Sin consecuencias explícitas para los malas acciones, no hay aprendizaje positivo en la organización

Gary Nagler, CEO of Glencore since 2021

Alejandro Fontana, PhD

Para generar valores en una organización existen tres caminos. El primero de ellos es el ejemplo que deben dar los líderes de la organización. El ejemplo de los líderes es condición sine qua non para el desarrollo de valores. El segundo camino es no poner trabas a las iniciativas que tengan los colaboradores. Más bien, se debe promover las iniciativas que obedecen a valores: los voluntariados, los cambios de actitud frente al interés del consumidor, el cumplimiento riguroso del control de calidad, etc. Y el tercer camino es mostrarle a los interesados y a toda la organización las consecuencias que tienen algunos actos. En este sentido,  por ejemplo, no cabría que una organización le dé un puesto de dirección a un decisor que por incompetencia hubiera causado un gran daño a la empresa, como llevarla casi a la quiebra. Si se diera esta situación o algo semejante, ni el interesado ni ninguno de los colaboradores tomaría consciencia de lo que significa llevar con incompetencia un encargo directivo.     

El martes 28 de febrero de 2023, el diario Gestión recogió una noticia impactante. La empresa Glencore, el gigante suizo del comercio de commodities y minería, fue multada en una Corte de los Estados Unidos con la suma de 700 millones de dólares por haber mantenido un esquema de sobornos a funcionarios de varios países en más de una década.

Según Reuters, los fiscales han declarado que Glencore pagó más de 100 millones de dólares en sobornos a funcionarios de siete países sudamericanos y africanos, incluyendo Nigeria, Brasil, Venezuela y la República Democrática del Congo, con el objeto de conseguir negocios o evitar auditorías. Una comunicación de Forbes de mayo de 2022 también recoge que la empresa había reconocido, que además, “una subsidiaria en Estados Unidos había orquestado una trama para manipular las referencias que se usan para establecer el precio del petróleoen dos de los principales puertos del país”.

Glencore también ha sido sentenciada a pagar 281 millones de Libras esterlinas por una Corte del Reino Unido, luego de haber sido declarada culpable por el pago de 28 millones de dólares en sobornos en Camerún, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Nigeria y Sudán, entre 2011 y 2016. Estos sobornos buscaban conseguir un acceso preferencial al petróleo de esos países. Finalmente, la empresa tiene también una demanda en Brasil, vinculada al caso Lava Jato.

La multa en Estados Unidos ha sido 15% menor de lo que correspondería a los lineamientos judiciales de dicho país. Esto se debe a que la empresa había admitido con anterioridad su culpabilidad, cooperó entregando documentos que estaban fuera de los Estados Unidos y ha comenzado a implementar nuevas medidas para mejorar la ética y el compliance. Sin embargo, se estima que la empresa tendrá que desembolsar más 1,500 millones de dólares en reparaciones por los tres casos mencionados.

Glencore es dueña en Perú del 33.75% de Antamina, y tiene operaciones en Volcan y Antapaccay, y es dueña del 99.99% de Perubar, el operador logístico. Además, fue el primer propietario de la mina cuprífera Las Bambas, que vendió a MMG por 7.000 millones de dólares en el 2014.

Según un reporte de Forbes de mayo 2022,el fiscal general adjunto de la División Criminal del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Kenneth Polite, comentó, en una rueda de prensa, que la avaricia corporativa había motivado esta mala conducta generalizada”. Y agregó: “Glencore cometió estos crímenes para ganar cientos de miles de millones de dólares”.

Por su parte, Gary Nagle, CEO de la empresa, señaló a Reuters que reconocía la mala conducta identificada en estas investigaciones, y que la empresa había cooperado con las autoridades. Al mismo tiempo, subrayó que este tipo de comportamiento ya no tenía cabida en Glencore. Y agregó que la empresa había tomado medidas en respuesta a estos delitos, incluido el despido de los empleados involucrados, de modo que “hoy ya no es la empresa que era cuando ocurrieron estas prácticas inaceptables”.

Gary Nagle lleva más de 22 años en la empresa, ha ocupado posiciones en la sede central de Baar hasta 2007, y luego en Colombia y Australia.  Sin embargo, aunque en el proceso judicial de los Estados Unidos, la empresa admitió la presencia de personas que tenían a su cargo el pago de sobornos (“cash desks”) en la sede central de Glencore, en Baar, Nagle negó haber sabido de la existencia de estos “cash desks”, en una entrevista a Businessweek,en agosto de 2022. Además, en dicha entrevista, rehusó decir si Glencore tomaría acciones legales contra los antiguos directivos y empleados que estuvieron envueltos en los actos de corrupción. Por su parte, Ivan Glasenberg, el CEO de Glencore desde 2002 hasta 2021, es ahora mismo el mayor accionista individual de Glencore. El valor de mercado de su fortuna, a la fecha -5 de marzo de 2023-, asciende a 8,300 millones de dólares, según Forbes.

Desde una perspectiva ética, la generación de valores en una organización demanda el ejemplo de sus líderes y también su compromiso por no obstaculizar los intentos éticos de los colaboradores. Pero, si no se muestran las consecuencias de las acciones malas, es difícil que los autores de esas decisiones y el resto de la organización tengan un aprendizaje positivo a partir de ese mal. Ellos concluirán que de actuar mal, la clave del éxito es hacerlo, pero sin que nadie se dé cuenta.  

Publicado por Alejandro Fontana

Profesor universitario, PhD en Planificación y Desarrollo,

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